miércoles, 3 de junio de 2009

Otra escuela es posible



La semana pasada se publicó en El País el Manifiesto Pedagógico "No es verdad", en el que se con actitud crítica pero informada se reivindica una educación mejor que la que tenemos actualmente en las escuelas, desde la perspectiva de quienes son expertos en cuestiones educativas y no caen en tópicos simplistas que confunden a la población. LA ESCUELA ACTUAL NO GOZA DE BUENA SALUD, eso es evidente, PERO NO ES DEBIDO A QUE LOS PRINCIPIOS METODOLÓGICOS QUE PROPONEN LOS PEDAGOGOS SEAN INADECUADOS, SINO A QUE POR DIVERSOS MOTIVOS (FALTA DE RECURSOS HUMANOS, INSUFICIENTE INVERSIÓN ECONÓMICA, INCOMPETENCIA POLÍTICA, ETC.), TALES PRINCIPIOS NO SE APLICAN CASI NUNCA, A PESAR DE QUE LEYES COMO LA LOGSE O LA ACTUAL LOE ASÍ LO EXIGEN:








"Las sociedades actuales conceden gran importancia a la educación que reciben sus jóvenes, en la convicción de que de ella dependen tanto el bienestar individual como el colectivo. La educación es el medio más adecuado para construir su personalidad, desarrollar al máximo sus capacidades, conformar su propia identidad personal y configurar su comprensión de la realidad, integrando la dimensión cognoscitiva, la afectiva y la axiológica. Para la sociedad, la educación es el medio de transmitir y, al mismo tiempo, de renovar la cultura y el acervo de conocimientos y valores que la sustentan, de extraer las máximas posibilidades de sus fuentes de riqueza, de fomentar la convivencia democrática y el respeto a las diferencias individuales, de promover la solidaridad y evitar la discriminación, con el objetivo fundamental de lograr la necesaria cohesión social. Además, la educación es el medio más adecuado para garantizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, responsable, libre y crítica, que resulta indispensable para la constitución de sociedades avanzadas, dinámicas y justas. Por ese motivo, una buena educación es la mayor riqueza y el principal recurso de un país y de sus ciudadanos" (Preámbulo de la LOE 2/2006, de 3 de mayo, de Educación; BOE número 106 de 4/5/2006).

Para una visión alternativa e igualmente crítica véase: "La falacia pedagógica".

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